-Perdone, ¿qué hora es?
Pero de las horas y de los minutos no vamos a hablar hoy, sino del tema polémico de moda en España...
Por alguna razón extraña y llamémosla absurda cuando yo nací ya existía esto de las corridas. Si quieres saber por qué búscalo en Wikipedia, que yo no tengo ganas. ¡Já!
Para empezar... voy a evitar catalogar las corridas de toros como "la fiesta nacional" ya que es una práctica de la que no me siento orgulloso.
-¿Por qué? Ji é lo que reprejenta a Epaña y su najión. Eje brío del toro y esa valentía... la gente gritando ¡Ole!
Vaya, no sabía que Torrente estaba hoy aquí en el blog.
Pues, no me siento orgulloso porque, como dicen en las redes sociales:
La tortura, ni arte ni cultura.
Si los toros son cultura, el canibalismo es gastronomía.
Vivo en un país en el que se asesinan toros pero no se pueden ver películas online.
Los toros en el campo, y las corridas en la cama.
Matar toros se convierte en un espectáculo en el que, si le arrancas las orejas, y mientras más banderillas (y hasta espadas) más le aclama la gente (no nos olvidemos de las señoras que les tiran bragas) y mejor analizado está en periódicos como por ejemplo, El Mundo.
Y que además afirmen que esa crueldad es "la puta fiesta nacional". Porque, me jode (hablando claro) que sea esa nuestra señal de identidad en el resto de países.
Posturas para cualquier discusión sobre lo poco apropiado que resulta definir como “fiesta nacional” a una bárbara tortura animal:
1. “Es una tradición”. Es una falacia clásica, también conocida como argumentum ad antiquitatem. Que algo sea antiguo no significa que sea bueno. La tortura o la esclavitud son tradiciones aún más viejas que la tauromaquia.
2. “Sin corridas, el toro de lidia se extinguiría”. Bastaría con que los ayuntamientos gastasen en reservas naturales una cuarta parte de lo que hoy emplean en subvencionar la tortura animal para evitar tal drama. El lince ibérico también está en peligro de extinción, y nadie defiende que la solución sea torearle.
3. “El toro no sufre”. Hay un veterinario, jaleado por el lobby taurino, que dice haberlo demostrado científicamente por medio de unos misteriosos microchips, que ha implantado en algunos toros. De momento, su importante descubrimiento sólo ha sido publicado por la prestigiosa revista científica 6 toros 6. Ya que su investigación está tan avanzada, le recomendaría que probase ahora con humanos. Si no encuentra voluntarios, cosa probable, que empiece él mismo con las banderillas.
4. “También se mata a los terneros”. Pero el ternero, según la ley, debe ser sacrificado con el menor dolor posible, y al toro se le tortura. En Catalunya, la ley de maltrato animal recoge a los toros de lidia como excepción. Si toreasen a una oveja, incurrirían en un delito penado con cárcel.
5. “Es una pelea de igual a igual entre el hombre y el toro”. ¿Igualdad? No hay más que ver cómo suele quedar el marcador.
6. “Los que quieren prohibir los toros son independentistas catalanes, contrarios a la fiesta nacional”. Pues yo vivo en Madrid y nací en Torresandino, Burgos.
(Sacado de: www.escolar.net )
7."Sólo os preocupais por el sufrimiento de los toros. Hay problemas mucho más importantes en el mundo." No sabes si este es el único tema del que me ocupo. Ocuparse de un problema no supone descuidar otros problemas. (Daniel Perucha López.)
Ay, pobres toros, como no tenían ya bastante con lo suyo como para que ahora sean en el centro de mira de todos...
1 comentario:
Totalmente de acuerdo.
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