viernes, 27 de febrero de 2009

Guía para vivir en España y no morir en el intento: Nacer (Cap. 1)

¡Hola!
Hoy les venimos a presentar... ¡la guía definitiva para vivir en España y no morir en el intento!
El aburrimiento es muy malo, y prueba de ello es esta entrada.
Vamos a empezar por el principio: El nacimiento.
Cuando eres madre, siempre, a ver... SIEMPRE te empieza a dar dolores cuando estás bien. ¿Qué? ¿Qué pasa? ¿No te puedes esperar un rato, so-feto? Y siempre coges un taxi para ello, o sino, es que las películas están faltos de originalidad, o yo, que también puede ser...
Y siempre el marido, en ese momento, está de cañas, cosa que también se hace cuando no se está de parto.
En ese momento: se para el mundo, señores.
Los taxis van más rápidos que otras veces, los que trabajan en los hospitales están más nerviosos que en otro momento... cuando es un simple nacimiento. Hay decenas de nacimientos cada día, no debemos preocuparnos, no es el fin del mundo, pero joder... ¡somos NO-SO-TROS! Y los de alrededor nos importa una mierda.
Con la última frase quedaría por concluido la guía para vivir en España, pero, como ya he dicho, el aburrimiento es muy malo.


Y, ¿para qué vamos tan rápido al hospital, si vamos a tardar más de 5 horas, pase lo que pase? Porque somos españoles, que no se diga.
Cuando estamos esperando al bebé, en las 5 horas que son muy pesadas, nos acercamos a la ventana y decimos: "Hay que ver que casi todos los partos son de luna llena, ¿eh?"
Y el resto piensa: "Ajám... vaya... creo que está tan aburrido como yo, menos mal que no soy el único"
El padre, que está dentro de la sala ayudando a la mujer, decimos: "Eso, eso, así, venga, que ya falta poco, empuja, empuja, mientra más empujes más pronto", y la pobre, exclamando: "¡Uh! ¡Uh! ¡Uhhhhhhhhhhhh!".
Y no, no estoy contando una historia porno. Pero para porno, como salimos de verdad.
En las películas, en los programas, en las series, y en la vida real nos creemos que cuando salimos por fin, después de 9 meses de allí, vemos una luz. Pero no, lo que en realidad vemos lo que pocas veces ven los tíos. Peeeero, claro, no nos podemos acordar, por que como éramos muy pequeños. ¡Qué cruel!
Y después de tó ese follón, vemos que se nos acercan unos desconocidos para nosotros que nos dicen: "¡Ayyyyyyyyyyyyyyyy! ¡Pero qué niño más monoooo! ¡Ay que me lo como!".
SIEMPRE, SIEMPRE SE DICE ESO. SI NO LO DICES DÍ ADIÓS A TU CUELLO, BABY (y mira qué bien traido).
Esto es un mensaje para los familiares: Vamos a ver, familiares... cuando nacemos absolutamente todos somos iguales. Cuando pasen 30 años, me dices mariconadas, pero ahora, no. QUe, a ver, hay familias que tienen más de un hijo y siempre escuchamos esa frase. ¿Qué pasa? ¿Es oficial? ¿La impuso Franco y al Sr. Democracia está un pelín vaguete? ¿No has visto la familia de enfrente, familiares? Vamos a ver, familiares, que yo sé que al abuelete tiene cataratas e hipermetropía, y más de un adolescente con lentillas para que en el "tuto" no lo llamen más carafeto, que nos viene perfecto para este tema, pero todos somos igual. Lo siento, pero no le quites mérito a la familia de enfrente, por que todos somos iguales, familiares. ¡T-O-D-O-S! ¿Lo repito familiares? Bueno, no, que veo que me estoy cansineando "un poco".


Lo que no sabemos es que dentro de más de 5 años los protagonistas seremos nosotros. La avaricia nos ganará. Dejando en el más triste de los olvidos a los hermanos. En la cámara tendremos más de 8.000.000.000.000.000.000.000.000.000 por cada momento que pase. Cada segundo, ¡racaplás! ¡foto! Y los padres ponen la escusa aquella a los hermanos de: "Es que estos momentos no se van a repetir, y además, tu también tuviste tu momento". Vaaaaaaaaamos a ver:
1. Menos mal que no se repitirá en toda mi puta vida ese momento de sentirme Cachuli pero sin que me pague Jordi Gonzales 350.000 € por ser un delincuente.
2. Ya, claro que tuve mi momento... ¡pero entonces yo era hijo único y no podía dar envidia de chupar cámara! (¿Chupar cámara...?)

Eeeeeeeeeeen fin. Que tendríamos que haber aprovechado aún mejor el momento de los 2 primeros años, por que lo que no ni nos imaginábamos la puta vida que nos plantaba en la cara.


¡Salud, guigeros!

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