Topacio Caga Despacio: ¿Y ahora qué hago yo con este? (Cap 3)

Topacios, wc's, cagadas, tranquilidad y sexo... Bueno, el sexo no, que eso sé que os los descargáis de internet, pillines.

-Ey, ¿qué coño? Al Topacio este no le pasa nada...-afirmó la enfermera- simplemente que se ha puesto cachondo cuando le dí el beso, ¡qué machista!
-¿Y...?
-¡Déjale! ¡Ya despertará del coma!

No era un coma, era un desmayo... bueno, por no ser no era nada... ¡Hice lo que se hace en todos los programas, series y películas! Fingir...
Cosa que no he podido hacer en ciertos temas ya que ni si quiera he tenido oportunidades...
En fin, dejé de hablar de problemas de follar para actuar. Tenía que salir de ese hospital de seguridad pública (que tengo que destacar que lo abrió "la Aguirre") sinq ue me viera.
Ella pensaba que era una especia de acosador sexual, que no sé por qué o algo así... y yo pensaba que si me viera me rociaría con gas pimienta.
-¡Já!-pensé-¡ya lo tengo! Saltaré esa ventana.
Es la primera planta, ¿qué me va a pasar? ¿Entrar en el coma de verd...?
Mmm... no. No mola.
Tendría que buscar una manera de salir, pero me dí cuenta en se momento que mientras más pensaba rellenaría más palabras de una mierda de historia que escribí un idiota.
¡¡Dios!! ¿Cómo he podido estar tanto tiempo pensándolo? ¡Me vistiré de médico!
Cuando introduje el primer brazo en la bata, que no sé que coño hacía una bata en el respaldo de la silla del paciente, en este caso yo, me llamó mi jefe Carahuevo, maldito pesado.
-Eh, tú, ¡nombre de mineral!
-No, perdone, no soy agua embotellada.
-Já, já. ¡Que gracioso! ¡La misma gracia que me va a hacer a mí hacerte lo que tenía pensado hacerte, el ya sabes...! ¡Ven ahora mismo.
Tienes que hacer tu función principal para darme la alegría de que no dejas ni a mí ni a tus cosas en el olvido. ¡Y pensar que cuando te veo te lo subo el ya sabes...

La gente me miraba con cara de: ¡Oh...! No te quedes mucho tiempo mirando a este tío...

Apagué el manos libres.
-Jefe...-dije-.

La gente me miraba con cara de: ¡Aléjate de él, aléjate de él! ¡¡TE VAYAS A CONVERTIR EN ÓN, ÓN!! (No lo era, pero los mataría igualmente por homófobos...)

En ese momento me dí cuenta que no sólo me miraban con cara raísiman por lo que escuchaban, que también. Suponía que tembién al verme medio vestido de médico. ¿Medio? ¡Qué raro!
Intruduje el otro brazo que me altaba y cerré la puerta.
Pero... ¿Qué hacía contándole a Carahuevo lo que hacía?
Le dije que más tarde llamaría y colgué.
Terminé de vestirme, abrí la puerta y salí tan contento cuando sin quererlo ni beberlo aparece un médico totalmente desconocido más estresado que Paquirrí eligiendo con quién choni moja churro hoy. EN se momento, me exclamó nervioso:
"¡Ey, usted! Es nuevo, ¿no? Bah, da igual. Ocúpese de este paciente. Tome, le doy el diagnóstico."
-¡Perooooo...!

Ale, y sin más explicaciones se fue; ya decía yo que los que hacen la letra tan "chungalera"...mmm... malo.

Mierda.
Remierda.
Requemierda.
Requetemierda.
Requetemierda de requetemierda.

Lo peor es que por muchas terminaciones que le siguiera poniendo a "mierda", no le iría a decir: Mira... que una enfermera me ha dado un beso, fingí que me desmallaba para parecer una peli (y casarnos; quién sabe), por un extraño motivo me tomó por acosador, y me he vestido de médico para salir de este hospital para "desgastaos" confundiéndome así con un médico por temor a represalias, ¿no?
Vale, tal vez otras personas sí, pero yo, como soy gilipollas...




Continuará...